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EL RACISMO DE LA 4T
Mauricio Zagal
En la conmemoración de
los 500 años de resistencia indígena y de la caída de la Gran Tenochtitlan por
la ocupación militar española -celebrado el pasado 13 agosto-, el presidente de
México Andrés Manuel López Obrador llamó “a acabar con la
ambición, la esclavitud, la opresión, el racismo, el clasismo y la
discriminación” (sic).
Lo curioso del evento celebrado
en la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México, no fue el discurso mediático
del señor presidente sino la presencia de representantes de naciones indígenas extranjeras
que recae en la personalidad de la “Gran jefa” del Consejo Mohawk de la
comunidad indígena Kahnawake en Canadá, Kahsennenhawe Sky-Deer y de la Senadora indígena de la nación de los Navajo en el estado de Arizona, Jamescita
Mae Peshlakai.
El presidente Andrés Manuel
López Obrador, en el discurso emplaza a acabar con el clasismo y la
discriminación contra los pueblos indígenas, sin embargo, el líder de
la 4T sigue discriminando a las comunidades indígenas… ¿sino habría que
preguntarle al jefe del Ejecutivo Federal, las razones o motivos del porque
omitió convocar al evento a los representantes de los sesenta y ocho pueblos indígenas
asentados en el territorio mexicano?.
En la conmemoración de
los 500 años de resistencia indígena estuvieron ausentes los nahuas, los mayas,
los zapotecas, los mixtecas, los otomíes, los totonacas, los mazahuas, los mazatecos
y demás naciones indígenas mexicanas. Lo único rescatable del evento en que se discrimino a los indígenas mexicanos fue la presencia de las representantes indígenas
Kahsennenhawe Sky-Deer y Jamescita Mae Peshlakai, que sin duda
refuerzan los lazos de “hermandad” con las naciones indígenas de Canadá, Estados
Unidos de Norteamérica y México, pero conociendo al señor presidente Andrés
Manuel López Obrador, este se divierte jugando a un falso nacionalismo al operar
una política sistemática de discriminación contra los pueblos indígenas.
Un dato de los que no le
gusta al señor presidente López Obrador, las comunidades originarias
continúan siendo las más vulnerables ante la situación de desigualdad, pues de
acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo
Social (CONEVAL), el 69.5 por ciento de la población indígena, 8.4 millones de
personas, experimenta una situación de pobreza, y el 27.9 por ciento, 3.4
millones de personas, de pobreza extrema.
Además, el 43 por ciento
de los hablantes de alguna lengua indígena no concluyeron la educación
primaria, mientras que el 55.2 por ciento se desempeña en trabajos manuales de
baja calificación. Esta es la realidad de los pueblos indígenas y la
oferta política que nos ofrece la “Cuarta Transformación”, y de lo que no nos esperábamos
de Andrés Manuel López Obrador.